Del trabajo a la casa y de la casa al trabajo, a lomo de burro, en tren o quizá en barco. A veces los camiones te llevan por el camino correcto, por el camino real.
Una presentación austera decía el cartel, pero nos dejamos llevar por ese aroma a caño de escape que encendía de a ratos, de a momentos nos dejaba pensando que sería lo que pasaría, por el camino real. Recorriendo México carnal, de una región a otra, pasando por el desierto, el pacífico vallartense, Acapulco, Mazunte, Oaxaca, Tuxtla, Puebla, Taxco, Guanajuato, San Miguel de Allende y tantos pueblos más, tantas tortillas más. El alimento nutricional a base de maíz más preciado por el pueblo, claro que sí. Entre cirko y peripecias nos encontramos con Rolando. Al principio lo vimos picado, un tipo que no mostraba grandes semblantes desde afuera, pues sin embargo el señor Scaramanzio es todo un ejemplo de como manterse bien después de muchos años de andar y andar. Un poco de ruido, la segunda que entra y no entra, pero fiel a su edad (yo creo que los autos son como los perros y gatos, hay que multiplicar por siete?) persiste en las carreteras mexicanas, preparándose para las nuevas ocurrencias, el estandarte de una nueva etapa, un trotamundos que se suma al desafío.. ¿Llegará hasta Argentina?.
Flor sueña que si va a llegar, que un día vamos a entrar por la 40 y que la llegada será con trompos. Yo no sé que pensar, me alegro de que hayan sueños, de que la vida se ponga más divertida a cada rato, de tener sonrisas adelante mío, de pensar que tengo una casa rodante (mi espalda está 100 por ciento agradecida).
Ahí vamos entonces, gracias a Luís y a Porfirio que le pusieron tanto huevo, a Doña Rosa y la familia Ortega que nos dieron una mano enorme acá en el humeante DF, y al trabajo en equipo, claro que si..
Señores y señoras, próxima parada: Puebla, saliendo el sábado a las 6 de la matina (sino te come el tráfico negro)
Alegría entonces, y a soñar