¿ Y si un día encuentro el paraíso?

Andar rodando de un lado para el otro es pensar que algún día encontrarás ese lugar en el mundo, el que anuncian esos pensamientos que resuenan en la cabeza, esos territorios perfectos. A veces en nuestra futurología nos entretenemos con esa busqueda, esa permanente aventura. También están quienes aseguran que su lugar en este planeta es el de siempre, donde están sus afectos más queridos, la gente del barrio, la gente de siempre. Sea cual sea esa elección, lo importante es haberse preguntado, haber idealizado, haber llevado a una imagen, a una palabra, ese paraíso terrenal. En el camino, en esas rutas perdidas, hay varias opiniones, que van desde las más extremistas hasta las más indecisas.

Más fotos de la Cuenca Encantada...

Cuenca encantada

El sol sale y se esconde detrás de las nubes, mientras un frío y seco viento se impregna en la piel. Cuenca es una hermosa ciudad, patrimonio cultural de la humanidad, un sitio que trasmite paz y roba una sonrisa en cada esquina. La solidaridad y la buena predisposición caracteriza a la gente de este paraje, quizás no tan renombrado por el viajero rampante, pero sin duda un lugar mágico y tranquilo para el trotamundos. Ahí van algunas fotos para que sigán viajando...

El hombre y la frontera

"El hombre es como el oso, cuanto más feo más hermoso" se escucha en Arenillas mientras caé la noche. Estoy con Tito, un miembro de la comarca que me acompaña, esperando el micro que nos llevará a Cuenca. Nuestro día comenzó en Puerto Pizarro, peleando con los lugareños por una estafa en nuestra estadía en la Isla del Amor. De allí partimos hacia el primer control de migraciones peruano, donde olvidaron colocar el sello que me acreditaba el paso. Me di cuenta en Huaquillas (Ecuador), a tres kilometros del primer lugar donde te piden la documentación y mientras unos manifestantes cortaban las cubiertas de la camioneta que nos transportaba. Esa fatalidad me llevó a enfrentarme por primera vez en este viaje a una sitúación de violencia, cuando un muchacho que me estaba llevando con su moto de vuelta hasta el puente fronterizó me empujó sin más razón que para llevarse 50 centavos de dólar. De vuelta Perú, me trataron de irrespetuoso e insolente por no tener puesta mi remera con 35 grados de cálor. A mi regreso a la migración de Ecuador me tocó caminar cuatro kilometros con la mochila por la carretera. Fue por una protesta por los taxis que no estaban registrados en los sindicatos locales. Cuando empezé a escribir estas líneas estaba en Arenillas y la amabilidad de la gente recuperó mi espíritu de solidaridad. Desde Aguas Verdes hasta Huaquillas, con suerte y estando despierto, pueden hacerte sentir amor, bronca, impotencia y resignación en pocos minutos. Por las fronteras pasa el amigo y el enemigo, y ambos se funden en el horizonte, respirando ese aire vicioso.

Pura vida

El cartucho explota cuando sale un disparo. Ese tiro puede tener una dirección, aunque no siempre llega a destino. Hay que probar, buscar un camino, sin quizás saber cúal es todavía. Así es como la vida pierde su monotonía y se vuelve intensa la canción. El viento viene y el humo se va, pero hay que seguir ese espíritu que recorre los mares, la selva, la sierra, los desiertos y los manglares. Las carreteras te llevan y te traen, sólo hay que animarse, estirar las piernas y arrancar. Un día, sin darte cuenta, los gustos son mejores y bailas en la calle sólo, transmitiendo alegría.
Viajar es vivir, es aprender, es conocer, es sentir, es amar, es odiar, es volar, es imaginar, es estar cansado, es nostalgía, es amistad, es comer, es probar, es tener miedo, es reposar, es trabajar, es jugar, es incertidumbre, es dejar huellas, es dejar amigos, es absorver, es dar y recibir, es escuchar, es nadar, es regalar, es actuar, es negociar, es pedir, es sorprenderse, es dudar, es quilombo, es arte, es soñar, es equilibrio, es suavidad...

Viajar es pura vida.

Inaguración

Un puente puede unir un camino, a veces puede comunicar ciudades y pueblos.
También puede ser una vía de transporte, hasta puede evitar catástrofes y servir para alcanzar un alimento a sectores inalcazables. En Santa Teresa, un pueblo en medio de un pequeño valle andino, se festejó un puente. Cruzá por encima del Urubamba, un río rápido y caudaloso. Dicen los habitantes que la comida era difícil transpotarla de un lado al otro, y que muchas personas morían de desnutrición en los altos montes. El gobierno y las intendencias regionales no permitían realizar el paso, por las presiones de las empresas chilenas y norteamericanas que controlan el ferrocarril que lleva a los turistas al Machu Pichu.

Mancora

¿ Y porque tirán las cosas en la calle?

Comienza la palabra una consonante engreída, por ser la precursora de tal brillante labor. Se úbica en la parte superior de la torre y deja caer su sombra tapando la de sus compañeras, haciendo que las otras dependan siempre de su humor. Con el correr del tiempo las otras letras se encolumnan a favor o en contra de la primera consonante y cada vez se acrecientan más las diferencias buscando saciar sus propias necesidades, dejando a su pueblo de lado. Cuando la gente reacciona, son silenciados por sus gobernantes, quienes reciben ayuda de la primera consonante para la represión intelectual. La recuperación de las otras letras se asoma, aunque su gente ha perdido los valores que solían tener. Es difícil creer, es difícil seguir.
Hace falta este recorrido para entender algunos colores latinoamericanos.