martes, 29 de enero de 2008

Difusión de Paisajes






El mar no cesa, sus aguas cubren las rocas de las orilla, un sin fin de sonidos que regala la naturaleza en su máximo esplendor, la magia de la canción. En el camino a la montaña se ven los caballos, madre e hijo que están saboreando el placer de la tranquilidad, tan próximos al descontrol de la urbanización, perdidos en tiempo y espacio. Cuanto más vamos a seguir destruyendo el mundo, será la basura lo que termine tapando los ríos más hondos, contaminando el núcleo que nos da de comer...
¿Como llega un plástico que cubre las latas de cerveza a la pata de un pato?
Los prisioneros van y los políticos se alimentan. Mientras Latinoamérica se une, y con rotunda descalificación se florea con la liberación de los secuestrados, el imperialismo tiembla entre los barrotes de su franja de cemento, perturbados por la posible recesión, temerosos ante una próxima debacle financiera, esperando el paso en falso para atacar por la retaguardia.
Los árboles crecen y sus frutos nos alimentan. Es maravilloso sacarse los zapatos en el bosque y pisar el pasto, la tierra, sentir los minerales que entran por el cuerpo, contemplar a nuestra madre tierra. Y seguir caminando, llegar a la montaña y mirar por encima de ella, desde las alturas contemplar el paisaje majestuoso y preguntarnos....
¿En qué cabeza cabe continuar con la destrucción de los paisajes soñados, la tala de árboles desmedida en el amazonas, la contaminación del Lago Maracaibo, el basurero derrochado por las grandes potencias hacia los países 3º mundistas?
Así pasan los años, entre quejas y tertulias, entre fuego y agua.
El mar se retira de la orilla, arrastrando todo a su paso, majestuoso ante los ojos de todos...

2 comentarios:

Camelia dijo...

Buenas tus preguntas, sobri.
Es que me parece que el hombre se creyò que es el Ser supremo en la Tierra y eso le da derecho a destruìrla.Pobre de nosotros si creemos eso!!La Naturaleza y uno (insignificante uno) somos un contìnuo. Cuando destruìmos, nos destruìmos. Creo que tu recorrido te està permitiendo ver el bosque y no el àrbol.Brindo por eso!!
Tìa Came

Anónimo dijo...

Lindura me dio mucha alegría encontrarte conectado y con tantas ganas de mar poder sentirlo cerca gracias a las imágenes que nos regalas. Salúdame al mar de mi parte, a las nereidas y a cuanto bicho te encuentres, si es cierto lo que dice tu tia Came, y creo que por lo que dices en el siguiente cuento puede serlo, escucha todo lo que la pacha mama tiene que decir... hay corredores, vasos comunicantes, como un gran organizmo, ahora lo veo, ahora que escribo esto entiendo lo que senti hace ya varios años en Cañaveral en el parque Tairona, creo que te bautizó la sangre de la tierra, estás en sus venas... mi querida plumita, suave, suave, se te quiere señor amiguito de la libertad.

Clau Hele